BARCOS ABANDONADOS.



Estos viejos barcos se encuentran en uno de los brazos del Guadalquivir, cerca de la esclusa del puerto de Sevilla.

Nos hubiese gustado subir, pero la verdad es que el deterioro que mostraban no invitaba a hacerlo.

Posiblemene fuese éste un barco arenero, de los que se usaban para sacar arena y grava del río.

Y aquí esta el que más nos gustó, es un barco para pasear turistas por el río, con su correspondiente embarcadero y taquilla.

Recuerdo esa embarcación en funcionamiento en los años ochenta, hasta que llegaron otras más modernas, pero jamás hubiese pensado que tuviera este final.

Saludos.

JARDÍN AMERICANO (EXPO 92).



El siguiente reportaje es uno de los que afortunadamente no se volverán a repetir, las fotos las tomamos en 2007.
Se trata del Jardín de las Américas de la Expo 92, el cual estuvo abandonado durante unos 15 años, pero actualmente gracias a unos fondos de la Unión Europea y a la fundación Naturalia XXI, está completamente rehabilitado, si bien se perdieron algunas especies más delicadas.

Un resumen breve de su historia: El Jardín de las Américas fue un gran parque botánico que se hizo para la Expo 92 de Sevilla, formando parte del Pabellón de la Naturaleza, en él se plantaron unas 600 especies de plantas originarias de América, traidas a España gracias al programa Raíces.
Dentro de este parque destacaba el umbráculo, que era una estructura de madera en la que estaban las especies más delicadas de aquel continente; en su interior había unos paneles y cristales que delimitaban un invernadero, donde se localizaban las plantas que necesitaban unas condiciones climatológicas especiales.
En el exterior del umbráculo había otras especies americanas distribuidas en pequeños jardines, los cuales se situaban junto a la esclusa y cascadas del Canal de los Descubrimientos hacia el auditorio, donde comenzaban ya los Jardines del Guadalquivir, el otro gran parque de la Expo.

Cuando finalizó la Expo estos jardines se abandonaron, pasándose una vez más la pelota entre las tres administraciones para ver quién se encargaba de ellos, pero entre la incompetencia de algunos y la política lograron que allí quedara una extensión enorme y engullida por el follaje de las plantas, que siguieron creciendo sin ningún tipo de control durante 15 años.

Gracias a la labor de la Fundación Naturalia XXI, hoy dia podemos disfrutar de nuevo de este parque.

Comenzamos la visita, así estaba el parque en abril de 2007.


Lo primero que nos encontramos es la llamada calle de los anticuarios, llamada así porque allí estaban unos módulos en los que se vendían antigüedades durante la Expo.



Los árboles han seguido creciendo, atravesando la estructura de las pérgolas.


El abandono y la dejadez son evidentes.


Tras todo este follaje aparece el umbráculo de madera.



Por esta puerta se accede al invernadero, el cual estaba aislado del resto del umbráculo por paneles de plástico y cristales en el techo.




Parte de la estructura estaba quemada, y algunos cristales rotos, gracias a los vándalos que han campado por el parque a sus anchas durante estos años.


Estas son las máquinas que hacían posibles las condiciones ambientales especiales del invernadero, las cuales fueron destrozadas por los gamberros al poco de sacarse estas fotos.



El estanque para las plantas acuáticas.



Fuera del invernadero se situaban las plantas menos delicadas.


Por aquí se subía al pabellón de la Naturaleza, el cual se usa ahora como consulado de Marruecos y aula medioambiental del ayuntamiento de Sevilla.



Ya en el exterior nos encontramos con la esclusa, que comunica el Canal de los Descubrimientos con el río Guadalquivir. Aquí está la torre desde la que se controlaba su funcionamiento.


El estanque y las compuertas de la esclusa.



El canal y la esclusa estaban unidos a traves de una serie de estanques y cascadas, por los que se podía pasear, siendo una de las zonas que más me gustaron de la Expo.


Aquí secos y llenos de malas hierbas.


Una de las míticas papeleras de la Expo, con un diseño inspirado en la Torre del Oro.



Las palmeras llevaban años sin podarse, a saber lo de alimañas que se cobijarían ahí.



Y este es el Canal de los Descubrimientos, concretamente la ciaboga del canal; al fondo se ve el auditorio Rocío Jurado.



Esto es todo. Nos alegra mucho que se recupere el legado de la Expo, aunque muchas cosas se hayan perdido, como el invernadero, el canal y muchas de las especies autóctonas de América, pero eso habría que haberlo pensado unos años antes.

En este vídeo se puede ver muy bien como han quedado estos jardines: Ribera de la Cartuja de Sevilla.

Aquí dejo algunas comparativas de antes y después de la rehabiliatción.






En el Canal de los Descubrimientos se ha puesto este "tapón", para llenar de agua sólo la ciaboga del canal, a modo de estanque. Ojalá en breve se recupere todo el canal.






Saludos.

MICROBUS ABANDONADO.



Este viejo microbús lo encontramos en un descampado rodeado de maleza. Es muy extraño el buen estado de conservación en el que se encuentra, tan sólo tiene rota la luna trasera.



Debajo de este armazón está el motor.

El asiento del conductor con radio incluida.


El asiento del copiloto.

Los asientos, muy bien conservados.

Un ventanuco del techo.


La red portaequipajes.


Y la puerta trasera, con un letrero de advertencia.


El salpicadero con un cartel del último uso que tuvo este vehículo.


La de excursiones que habremos hecho con el colegio en autobuses así, con asientos de escai y sin aire acondicionado.
A ver si alguna asociación de autobuses antiguos lo recupera, es una pena el triste final que le espera.